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Alrededor de 50 personas que acuden al Comedor Inclusivo del Hogar de Paz, ubicado en El Tejar (Centro Histórico), celebraron la Navidad cantando villancicos y bailando al ritmo de la Metroband, que animó este agasajo.

A esta celebración, marcada por la alegría de los usuarios y técnicos que trabajan diariamente para beneficiar a personas con experiencia de vida en calle, se sumó la Presidenta del Patronato San José, Lilia Yunda, quien entregó fundas de caramelos a los “homenajeados”.

Karola Pazmiño, coordinadora del proyecto Habitantes de Calle, destacó que el trabajo en favor de las personas más vulnerables se realiza todo el año, pero durante la pandemia se doblaron esfuerzos. “Hemos atendido alrededor de 3.000 personas en comedores diurnos y 1.500 personas en alojamiento nocturno”, precisó.

Para ello, las brigadas del proyecto acuden todos los días a los lugares más emblemáticos del Distrito Metropolitano de Quito para abordar a las personas y ofrecerles los servicios del Patronato. “La persona que es remitida desde habitantes de calle es evaluada para constatar la voluntariedad que tiene de ingresar al proceso terapéutico”, explica Romel Artieda, coordinador de Adicciones de la UPMSJ.

Posteriormente, como parte de la rutina cotidiana, las personas usuarias de este servicio participaron de un almuerzo, con la diferencia de que en esta ocasión era un “menú navideño”.

La solidaridad es un compromiso y un valor que cada día se ve reflejado en el trabajo que desarrollan los distintos proyectos del Patronato San José, los cuales benefician a las personas que viven en Quito, en situación de vulnerabilidad.

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